¡Hola a todos!
Como sabéis, durante estos días se celebra la [www.wikia.com/gamescom_2016?uselang=es gamescom] y con ella la posibilidad de probar juegos que están por salir y ver algunos de los anticipos de estos juegos. Desde 2K se nos invitó a una breve presentación de las últimas novedades presentadas desde Firaxis con la posibilidad de participar en una demostración del mismo, ¡y ahí estuvimos para participar!
Sin más preámbulos. ¿Hablamos de un nuevo Civilization o quizás solo de una expansión más? Esa pregunta es la que nos hemos planteado durante esta prueba.
Nuevas civilizaciones, como los escitas liderados por Tomiris; nuevas dinámicas, como el hecho de que los trabajadores se consuman tras varios usos y no puedan automatizarse; y un nuevo punto de vista táctico a la hora de desarrollar nuestro imperio, que nos llevará a un nuevo nivel de gestión.
Se recupera la posibilidad de apilar en una misma casilla a varias unidades militares para fortalecerlas y que actúen como una sola unidad, la religión vuelve a tener un papel importante en el desarrollo de la partida, pudiendo crear nuestra propia religión personalizada, y por supuesto el gran baluarte de esta entrega: los distritos y su forma de organizar las ciudades.
¿Recordáis Civilization Revolution? Este sí que se puede considerar una revolución en cuanto a la forma de jugarlo.
Presentación[]
Durante la presentación se nos habló de las civilizaciones que compondrán las partidas: brasileños, estadounidenses, escitas, aztecas y muchos más. Aprovechando que la gamescom se celebra en Alemania, se hizo mayor énfasis en la facción alemana y sus ventajas. Será Federico Barbarroja quien liberará a los germanos, el famoso emperador del Sacro Imperio Romano que durante 40 años desafió a tantos opositores y alcanzó la tan ansiada paz en el imperio.
Las principales ventajas de los alemanes residen en su unidad militar exclusiva, el submarino alemán, y el distrito exclusivo, la hansa. El líder de esta facción otorga dos ventajas más: garantiza un espacio más para adquirir una política militar y otorga una bonificación de combate contra unidades de ciudades estado. Igualmente esta civilización dispone de un distrito más para construir por encima del límite de población de la ciudad.
El submarino alemán tiene un coste de producción menor que los demás submarinos y una bonificación de combate en océano. La Hansa reemplaza a la zona industrial y otorga una bonificación de producción a los distritos comerciales, de recursos o especiales adyacentes.
También se hizo especial hincapié en la religión, que de nuevo jugará un papel fundamental en el desarrollo de las partidas y nos permitirá alcanzar la victoria al influenciar al resto de facciones enemigas.
Demostración[]
Para la prueba del juego se nos dio a elegir entre todas las naciones anunciadas hasta ahora, sin opción para cambiar el resto de opciones para iniciar la partida -dificultad normal, continental, tamaño medio-
Comenzando con un guerrero y un colono, el desarrollo de los primeros pasos sigue siendo el mismo que en el resto de juegos de la saga. A decir verdad en principio todo fue exactamente igual que en las últimas entregas.
Sin embargo con el paso de los turnos se comenzaron a hacer patentes los cambios:
Por un lado los trabajadores son consumibles y no se pueden automatizar, eso lleva a tener mayor control sobre el desarrollo de las ciudades y adquirir una mayor responsabilidad con las decisiones a la hora de decidir qué se debe mejorar en cada casilla. Aunque se puede eliminar una mejora, esto también agota uno de los puntos de mejora de ese trabajador, por lo que hay que tener cuidado con lo que se hace.
Por otro lado el desarrollo de los distritos es de vital importancia. Una vez se construye, ese espacio se centrará únicamente en producir aquello que nos otorgue ese distrito, y no será un trabajador quien construya el distrito, sino nosotros a través de la cola de producción de la ciudad.
Bajo nuestro punto de vista puede ser algo confuso al principio, pero sin duda las posibilidades son infinitas una vez se entiende el sistema y se domina. Será altamente recomendable que cada ciudad que tengamos se especialice en algo y será muy difícil que logremos tener una ciudad de gran tamaño con más de 3 maravillas sin que esa ciudad se vuelva insostenible, el truco será la diversificación y la planificación a largo plazo.
Igualmente el hecho de poder unir varias unidades en una sola casilla ayuda enormemente a aumentar su fuerza de ataque y hacerlas más efectivas, aunque puede ocasionar también que se vuelvan más lentas dependiendo de la capacidad de movimiento de la unidad más lenta.
Durante la prueba de 30 minutos fuimos todo lo rápidos que pudimos en desarrollar tecnologías y aprovechar los puntos de cultura para adoptar nuevas políticas que ayudasen a nuestro gobierno. En principio no apreciamos grandes cambios en este sentido, más bien todo lo contrario. Sigue siendo muy intuitivo y muy sencillo para poder planificar qué tecnología queremos alcanzar y la forma más corta de lograrlo.
Encontramos dos civilizaciones más durante la partida. Al igual que en anteriores entregas podemos saludar de forma amistosa o de forma más huraña. También los bárbaros tuvieron ocasión de visitarnos y saquearnos, aunque vimos que en ningún momento usaron el sistema de apilar unidades en una misma casilla, por lo que fue algo más sencillo defenderse de ellas.
Suerte que al promocionar nuestras unidades recuperan la salud, eso nos salvó en más de una ocasión.
Conclusiones[]
Dando respuesta a la pregunta del comienzo: no, no es una expansión, tampoco un lavado de cara de lo ya visto anteriormente. Esta entrega tiene cambios suficientes para justificar el número VI en su nombre y mejorar lo ya establecido.
No inventa la pólvora ni descubre el fuego, todo sea dicho. Se realizan modificaciones sobre lo que todos conocíamos, pero las modificaciones hacen el juego más táctico y dan mayor importancia a la estrategia. Se penaliza el intentar avanzar lo más rápido posible sin detenerse a planificar los siguientes pasos. Una mala gestión de las ciudades puede lastrar el desarrollo de tu facción y será extraño conseguir una victoria fortuita sin haber decidido desde los primeros compases cómo la obtendremos.
Aun así, desde el punto de vista gráfico no hemos apreciado grandes cambios -la niebla de las zonas descubiertas, pero sin unidades cerca nos encanta- y en cuanto al rendimiento, los tiempos de espera entre turnos fueron algo destacables al final de la prueba, pero nada fuera de lo común en Civilization.
